Beato P. Alexander Zaryckyj, Mártir
El Padre Alexander (como María Fix le llamaba) es también conocido según otras traducciones como: Alessio – Alejandro – Oleksa – Oleksij.
Sacerdote Mártir.
Nació el 17 de octubre de 1912 en Bilche, región de Lvov, en Ucrania.
Recibió la ordenación sacerdotal el 7 de junio de 1936. Fue párroco en Strutyn y en Zarvanytsia.
En el año 1948 las autoridades lo detuvieron en Riasna Ruska (Lvov), ciudad adonde se había trasladado durante la segunda guerra mundial. Lo condenaron a ocho años de exilio en Karagandá (Kazajstán).
El 10 de abril de 1956 gracias a una amnistía general, volvió primero a Halychyna y después a Karagandá, con el propósito de organizar las comunidades católicas clandestinas.
El 9 de mayo de 1962 fue arrestado nuevamente y condenado a dos años de cárcel por “vagabundo”, ya que le había sido quitado el permiso para transitar por el territorio soviético. Tenía 51 años cuando murió en el hospital del campo de concentración de Dolinka, en Kazajstán, el 30 de octubre de 1963.
Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 27 de junio del 2001.
« Queridos mios.¡Les ruego que no traicionen la fe de sus padres! »
P. Alexander y María Fix
María Fix durante los años ’50 busca organizar la comunidad católica de Buguruslán. Llega a saber de la existencia del P. Alexander que recorriendo la región de Oremburgo ayuda a las comunidades católicas clandestinas y se pone rápidamente en contacto con él. Así el Beato imparte los sacramentos durante sus visitas y dejará a cargo de María la comunidad y de modo particular la visita de enfermos.
María dejó por escrito un recuerdo sobre el martirio del P. Alexander
« De estos minutos de sufrimiento depende nuestra vida eterna! »
Sobre la prisión y muerte del P. Alexander (escrito por María Fix)
Padre Alexander, prisión y muerte
En el año 1961 Padre Alexander estaba en Karagandá, desde donde quería continuar su viaje. En camino hacia la estación fue tomado prisionero y lo presentaron ante la corte y lo encerraron en prisión, en donde sufrió malos tratos, de un juez pasó a otro, como Jesús de Pilatos a Herodes. Y así fue torturado y sufrió violencia hasta su muerte. Antes de su muerte vió él a la Madre de Dios, quien lo consoló y le quitó los dolores. Y el 30 de octubre de 1963 pasó a gozar de la paz eterna, donde no hay dolor ni sufrimiento alguno.
En la prisión había un alemán católico de Karagandá, quien escribió todo esto a los suyos y así también nos ha llegado a nosotros. Más tarde, después de unos años estuvo una buena amiga nuestra, católica de Karagandá y nos trajo esta noticia y una foto de su tumba. Esta mujer ya no vive más.
Así es como quiero anotar este mensaje que ha permanecido en mi memoria, porque nuestros padres Eugenio y Juan Carlos están muy interesados al respecto.
Bien, el Padre Alexander apareció en un sueño a su hermano, en el cual le suplicó de viajar y de desenterrarlo para darle un entierro cristiano. Y así llegó el hermano a Karagandá donde se presentó ante el procurador, pidió el permiso, y fué con 3 o 4 hombres y abrieron la tumba, no encontraron ningún cajón sino solamente una caja rústica (féretro). Abrieron la caja y encontraron el cadáver desnudo e incorrupto – como si recién hubiera entregado su espíritu, si bien ya había estado enterrado desde hacía un año y dos meses. El hermano fue luego a un bosquecito al lado, se quitó la ropa interior y vistió al cadáver y le dio cristiana sepultura.
Luego hicieron un jardincito sobre la tumba, colocaron una cruz con una linda corona, y en la esquina del jardincito un palo con un letrero pequeño con el número de encarcelado (cada prisionero tiene su propio número)
La foto de su tumba la he regalado al Padre Joseph Werth (actual Obispo de Novosibirsk), porque él me la pidió.
Así he relatado brevemente sobre el tiempo que el Padre Alexander estuvo con nosotros, sí uno podría fácilmente escribir un libro contando todo lo que él hizo por nosotros, pero las fuerzas no me alcanzan.
La primera vez que el Padre Alexander estuvo con nosotros fue en el año 1957. Él supo ya de esta historia que en todo el país se conocía al respecto, de lo que en Samara en el año 1956 había pasado. Él quería saber todo exactamente y así fuimos a ver a Batuschka Pawel, un sacerdote ortodoxo, y él mostró un documento en que mostraba que era sacerdote católico. Pero él (el sacerdote ortodoxo) le dijo que no, no yo no sé nada (porque tenía mucho miedo). En aquel tiempo uno no podía decir la verdad, y por eso viajó el Padre Alexander a Samara para investigar todo. Pero también allá el sacerdote ortodoxo dijo “no se nada”, evadió acerca de lo sucedido pero nunca dijo la verdad. El padre Alexander dijo que esto no se podía mantener en secreto ya que lo que había pasado fue visto por ojos humanos. Allí le dió una religiosa anciana su cuaderno donde se encontraba escrita esta historia, y así nos trajo él ese cuaderno, el cual nosotros transcribimos dos veces porque se lo quería llevar. Y esta historia tenemos siempre en posesión aún hasta los días actuales, como recuerdo del Padre Alexander. La verdad no puede ser desplazada ni enterrada.
Buguruslán, 28 de julio de 1994
María Fix
Documentos en foto
Periódico Ruso
Detalla la vida del beato
Observatore Romano
26 de Julio de 2001
Periódico Ruso
Artículo sobre su vida heroica